"Son mis ilusiones infantiles las que todavía me hacen decir si percibo una fisura en la coraza del hombre. No todo está perdido, hace falta poco para hacer palpitar a ese corazón detenido”. Elías Canetti

jueves, 5 de noviembre de 2015

Aquel al que llaman titiritero

Día 1: Invisible en un mundo de extravagancia, se acercó a mí. Me presenté escéptica en un principio. Sin embargo, me sedujo con la zalamería de sus palabras.

Día 2: Encuentro irreal que podía pasar como un sueño. Me había olvidado de él. Sin embargo, él no se había olvidado de mí.

Día 3: Cada día era más especial. Intentaba indagar en lo más profundo de mi corazón; que le demostrara quién era en realidad. La dulzura y calor de sus palabras me envolvían.

Día 7: Se había cumplido una semana de nuestros constantes encuentros. Me analizó por completo: risas, deseos, gustos, anhelos... Todo aquello que amaba y consideraba parte de mí.

Día 10: El amor crecía y se hacía cada vez más profundo. No lograba sacarlo de mi pensamiento. Era el motivo de mi risa e ilusión diaria.

Día 20: Habíamos llegado a una relación seria y profunda. Tanto, que parecía parte de mí y yo parte de él. Sin embargo, me sentía un poco débil...Pero, no importaba. Poco se requiere para estar enamorado, pero nadie ha pensado en sus consecuencias...

Día 48: Los dolores se hicieron cada vez más profundos. Ya no era tan hermoso como antes. El roce de nuestras miradas se convirtió en un mero anhelo. Ahora existían los secretos...

Día 67: Ojeras, caídas constantes, dificultad respiratoria, cansancio incluso al comer...No sabía qué iba a pasar.

Día 78: No podía pronunciar palabra. Poco a poco el decaimiento aumentaba y no se daba cuenta. Parece que mientras más débil era, él se hacía más fuerte.

Día 97: En un gesto de amor y a penas fuerza corporal decidí levantarme y hablarle. Sentía una presión constante en mis brazos y piernas ¡No podía moverlas! 

Día 105: La monotonía fue mi fiel compañera...El sol poniente alumbraba la mirada de la que alguna vez se ilusionó con el amanecer. La luna reflejaba el llanto de un rostro desfallecido; sin brillo; sin color...

Día 120: De forma inconsciente realicé una maniobra que nunca pensé realizar en vida, solo en mis más profundos sueños...

Iba de un lado a otro. Caminaba, saltaba de aquí para allá…Mi mente era consciente pero mi cuerpo funcionaba a su manera. Aquella cárcel corpórea me empujaba hacia un destino desconocido.

Un movimiento horizontal, vertical y después un salto diagonal. Un paso a la derecha y otros dos hacia la izquierda. Me guiaba a cualquier dirección mediante sus cuerdas. Aquellos lazos invisibles que amarran el corazón y lo destruyen lentamente; cuerdas sutilmente disfrazadas que congelan el alma y no permiten avanzar; que te culpan por el error cometido y destruyen la ilusión de continuar; que solo anhelan controlar tu forma de ser y pensar.

Si le invitas él entrará. Solo de ti depende cortarlas o dejarle pasar.

¿Que cómo lo sé? Una vez fui su prisionera. Si. Prisionera de aquel que destruye los sueños.

Ahora me llaman superviviente solo por haber sido valiente; por haber vencido el miedo...Por haber vencido a aquel al que llaman titiritero.

Daniela Verenzuela

You should take your decision / Tuya es la decisión

24 comentarios:

  1. Guau! Sin palabras. Me parece que tienes una prosa excepcional. Espero seguir leyendo tus posts

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    1. ¡Muchísimas gracias por tus palabras, Euge! Significa mucho para mí :) ¡Gracias por leerme! :D <3

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  2. Me encanta tu forma de escribir, siempre me ha gustado, y siempre lo hará. Casa post que subes es mejor que el anterior. Sigue así ;)

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  3. ¡Muchísimas gracias por tus palabras, Leti, preciosa! :D <3<3<3 Eres genial. Significa mucho para mí que digas eso :D ¡Un beso!

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  4. Aquí Vic al habla, me ha guztado mushoooo jajajaja sigue así 😊😊

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  5. Me ha encantado tu publicación!! Escribes de maravilla. Estoy esperando la próxima publicación!!!!
    Besos

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    1. ¡Muchísimas gracias por tus palabras, Nerea, de verdad! Me alegro que te gusten. Un besazo enorme :D <3

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    1. ¡Muchas gracias, Gene, de verdad! ¡Qué preciosa! :D ¡Un besazo enormeeee! :D Y gracias por leerme <3

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    1. ¡Muchísimas gracias, Álvaro, de verdad! Significa mucho para mi :D <3 Gracias por leerme ;)

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  8. Y es que me encanta tanto leer estas palabras escritas con tanto sentimiento!! Te felicito por esta entrada Daniela, la verdad es, que haces que tus palabras se conviertan en imágenes en mi cabeza...Enhorabuena!!

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    1. ¡Muchísimas, gracias, Selene! :D Me ha encantado lo que has dicho, de verdad. Me ha conmovido. Muchas gracias por leerme. Un beso norme

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  9. Escribes genial, ¡me encanta leerte! Espero que publiques una nueva entrada pronto :) Besos

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    1. ¡Muchísimas gracias por tus palabras, Juanmi! Que lindo :D Gracias por leerme. Un beso enorme :) <3

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  10. ¡Me ha encantado la entrada! Si es que... la mayor barrera es no atreverse, y así nos va a muchos...

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  11. ¡Muchísimas gracias, Patricia! Muy ciertas tus palabras. Lo importante es vencer esas barreras y atrevernos; ser valientes. Gracias por leerme ¡Un beso enorme! :)

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  12. Bonita entrada, escribes tan bien... Los miedos sólo nos impieden hacer grandes cosas...

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    1. ¡Exacto, Alba! Es barrera. Solo nosotros podemos romperla o acomodarnos a ella. ¡Muchas gracias por leerme, guapa! Un besoo :D

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  13. Guau Dani, cada vez que termino de leer tus entradas es lo que me viene a la cabeza... guau... Escribes genial, pero eso siempre te lo digo ¿No? jajajaja vales mucho.

    Besos!!

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    1. ¡Muchas gracias por tus palabras, Mery! Sois geniales ¡Muchísimas gracias por leerme! Un beso enormeeee :D <3

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