"Son mis ilusiones infantiles las que todavía me hacen decir si percibo una fisura en la coraza del hombre. No todo está perdido, hace falta poco para hacer palpitar a ese corazón detenido”. Elías Canetti

miércoles, 18 de noviembre de 2015

Mañana será otro día

Hace unos meses atrás había estado en tierras europeas y mi cuerpo se había adaptado a su forma de vida. De la silla de ruedas pasé al bastón y del bastón a mis piernas ¡Fue glorioso! Después de tres años de lucha constante por fin pude ver la luz.

A pesar del dolor pensaba siempre en mi familia. Después de cinco años su compañía me devolvió la vida.

Presencié el cambio de las estaciones: verano, otoño, invierno y primavera ¡Un regalo divino! Pude tocar la nieve; saborear aquellos manjares que solo en mis sueños existían; conocer personas maravillosas…En fin, un viaje con muchas anécdotas y vivencias dignas del recuerdo.

5/08/2015: Nada parecía estar mal. Sentía un pequeño malestar, solo eso. Nada que mi tratamiento no pudiera arreglar. Sin embargo, todo comenzó a ser más fuerte; el dolor fue constante y no mermó. Nada hay más fuerte que la resistencia humana, me dije. Ya el dolor formaba parte de mí, a pesar de proyectar una calma duradera.

El día anterior había sido el cumpleaños de una de mis sobrinas. Hablamos sobre la vida, sus metas, logros y experiencias. Recuerdo que le dije: “cualquier decisión que tomes que sea aquella que te haga feliz; aquella de la que no te vayas a arrepentir a lo largo de tu vida. Recuerda nunca dejar tus sueños en un rincón. Tienes talentos que también merece que los pongas en práctica”. En ese momento hablábamos de su carrera universitaria, pero espero que pueda aplicarlo a lo largo de su vida.

Me respondió con un “yo también te amo, tía” y nos despedimos con nuestras habituales risas.

También envié mensajes a mi querida hermana y amigos. Simplemente expresé lo mucho que los amaba. No esperaba nada a cambio. No era un día especial, simplemente lo sentía.

6/08/2015: el dolor acompañó mi día, como era habitual. Intenté disfrutar al máximo de las cosas que se me presentaron y realicé una planificación llena de proyectos y sueños que quería cumplir en cualquier etapa de mi vida ¡La vida me sonreía!

7/08/2015: Eran las 4:00 am. No me sentía bien. Supliqué la compañía de otro ser humano y el calor de los consuelos de mi madre. Todo se tornaba confuso y mis sentidos no eran los mismos. Sentía que todo iba a salir bien; que todo podía mejorar de un momento a otro. Sin embargo, mi cuerpo era una cárcel y mi alma su prisionera.

Era un mes caluroso, puedo recordar. Desperté y solo había un lienzo blanco; un hermoso espacio esperando ser llenado por mis vivencias. En medio del éxtasis artístico alcé mi rostro y pude observar lágrimas, lloro amargo y tristeza. Pregunté a los invitados el motivo de tal conmoción, pero nadie contestó.

Caminé en busca de respuestas y al toparme con el límite del camino entendí que la que había llegado al final de su vida era yo...

Ya no habían más proyectos, risas, calor de hogar, ni más cariño que aportar. Lo único que recordarían sería todo aquello que realicé en vida y lo que en algún momento apliqué: el futuro es un misterio y el presente un regalo; regalo que hay que aprovechar. Sin embargo, muchos no sabemos apreciarlo, puesto que simplemente enunciamos: “mañana será otro día, tendré una nueva oportunidad”.

Daniela Verenzuela


 “Cuando pensamos que el día de mañana nunca llegará, ya se ha convertido en el ayer”.

Henry Ford


Preguntas sin respuesta vienen y van. La cuestión es ¿qué haremos ante ellas?


Entrada en memoria de Blexys Tovar: tía, hermana, hija, amiga, compañera, artista y amante de la vida. Quiero mantener vivo tu recuerdo siempre. Te echaré de menos...

viernes, 13 de noviembre de 2015

El espejo

"Dime lo que ves", me preguntó. 

"Solo una persona débil y llena de temor". Le respondí 

Siguió insistiendo en que le dijera lo que veía y le contesté. La lista de errores e imperfecciones crecía y crecía. En ese momento me hizo callar y dejó caer la fina cortina que separaba nuestros mundos. Me acerqué y observé una triste figura cabizbaja. No se atrevía a mirarme. Parecía débil y avergonzada. Diversas cicatrices, golpes y graves heridas marcaban su pálida imagen. 

En mi intento por atravesar aquella realidad paralela a la mía, una lágrima se deslizó lentamente en su mejilla. Mi corazón se detuvo...

"¡Permítame ayudarle!" Le supliqué. "Por favor, se lo ruego".

No dirigió palabra, simplemente realizó un gesto. Gesto que heló mi universo por completo. 

Hizo que me acercara y la mirara profundamente...Mi garganta se secó y mis ojos se nublaron ante la multitud de lágrimas que se aproximaban. No se trataba de nadie más. Era un reflejo de mi misma; un reflejo de mi vida.

Casi sin poder pronunciar palabra exclamé con lloro amargo: "¿Es…es un reflejo de lo que acontecerá? ¿Có...cómo he terminado en este estado? ". 

Bajo una atmósfera de desconsuelo, sus brazos rodearon mi cuerpo. Simplemente me dijo: aquello que ves es el reflejo de tus palabras. Cuando menosprecias tu vida, tu forma de ser y pensar o aquello que tienes...Cuando te comparas, reduces tu valor a nada o proclamas palabras de odio y menosprecio...

No puedes verlo a simple vista. Pero, si indagásemos profundamente podríamos darnos cuenta de la realidad.

Le miré con tristeza, pero con profundo agradecimiento…
    

Superficie lisa y brillante perteneciente al cristal. 
Aquello que ves reflejas y reflejarás. 
No se te permite margen de error.
Eres el puro reflejo de la verdad y la perfección. 
Ocultas tantos secretos en tu interior 
que muchos no se atreven a consultar tu sabiduría.
Solo encontrarían lo verdadero, y eso les aterra.
Temen romper su débil ilusión fundada en mentira,
y muchas veces temor…


Una pequeña cortina aterciopelada me separaba de la verdad. Lo dejé pasar por muchos años…No lo quise afrontar.


¿Que cómo lo sé? Una vez vi mi reflejo...Si, alguna vez también fui uno de ellos.



Daniela Verenzuela





Las palabras tiene poder. Aunque no lo veamos; aunque no lo creamos...

jueves, 5 de noviembre de 2015

Aquel al que llaman titiritero

Día 1: Invisible en un mundo de extravagancia, se acercó a mí. Me presenté escéptica en un principio. Sin embargo, me sedujo con la zalamería de sus palabras.

Día 2: Encuentro irreal que podía pasar como un sueño. Me había olvidado de él. Sin embargo, él no se había olvidado de mí.

Día 3: Cada día era más especial. Intentaba indagar en lo más profundo de mi corazón; que le demostrara quién era en realidad. La dulzura y calor de sus palabras me envolvían.

Día 7: Se había cumplido una semana de nuestros constantes encuentros. Me analizó por completo: risas, deseos, gustos, anhelos... Todo aquello que amaba y consideraba parte de mí.

Día 10: El amor crecía y se hacía cada vez más profundo. No lograba sacarlo de mi pensamiento. Era el motivo de mi risa e ilusión diaria.

Día 20: Habíamos llegado a una relación seria y profunda. Tanto, que parecía parte de mí y yo parte de él. Sin embargo, me sentía un poco débil...Pero, no importaba. Poco se requiere para estar enamorado, pero nadie ha pensado en sus consecuencias...

Día 48: Los dolores se hicieron cada vez más profundos. Ya no era tan hermoso como antes. El roce de nuestras miradas se convirtió en un mero anhelo. Ahora existían los secretos...

Día 67: Ojeras, caídas constantes, dificultad respiratoria, cansancio incluso al comer...No sabía qué iba a pasar.

Día 78: No podía pronunciar palabra. Poco a poco el decaimiento aumentaba y no se daba cuenta. Parece que mientras más débil era, él se hacía más fuerte.

Día 97: En un gesto de amor y a penas fuerza corporal decidí levantarme y hablarle. Sentía una presión constante en mis brazos y piernas ¡No podía moverlas! 

Día 105: La monotonía fue mi fiel compañera...El sol poniente alumbraba la mirada de la que alguna vez se ilusionó con el amanecer. La luna reflejaba el llanto de un rostro desfallecido; sin brillo; sin color...

Día 120: De forma inconsciente realicé una maniobra que nunca pensé realizar en vida, solo en mis más profundos sueños...

Iba de un lado a otro. Caminaba, saltaba de aquí para allá…Mi mente era consciente pero mi cuerpo funcionaba a su manera. Aquella cárcel corpórea me empujaba hacia un destino desconocido.

Un movimiento horizontal, vertical y después un salto diagonal. Un paso a la derecha y otros dos hacia la izquierda. Me guiaba a cualquier dirección mediante sus cuerdas. Aquellos lazos invisibles que amarran el corazón y lo destruyen lentamente; cuerdas sutilmente disfrazadas que congelan el alma y no permiten avanzar; que te culpan por el error cometido y destruyen la ilusión de continuar; que solo anhelan controlar tu forma de ser y pensar.

Si le invitas él entrará. Solo de ti depende cortarlas o dejarle pasar.

¿Que cómo lo sé? Una vez fui su prisionera. Si. Prisionera de aquel que destruye los sueños.

Ahora me llaman superviviente solo por haber sido valiente; por haber vencido el miedo...Por haber vencido a aquel al que llaman titiritero.

Daniela Verenzuela

You should take your decision / Tuya es la decisión

miércoles, 28 de octubre de 2015

Otra perspectiva

"Si no puedes encontrar en tu situación algún aspecto que puedas agradecer, entonces enfócate en los buenos días que te esperan y agradécelos por anticipado".
Nick vujicic

Con fuerza y lloro amargo cerré la puerta de mi habitación de un portazo. Las lágrimas caían sin poderlo evitar. Solo recordaba sus insultos. ¿Por qué no podía ser cómo los demás?

Mis padres me recordaron lo especial que era y todas las virtudes que poseía. Sus suaves palabras acariciaban mi alma turbada y me elevaban: afronta cada día con una sonrisa y espera una nueva oportunidad. Sabían cómo animarme. 

Eso hice. Lo intenté y puedo decir que lo logré. 

Después de unos meses, observé el lloro de los que una vez fueron mis compañeros. No querían hacerme daño, más bien llevaban flores y hermosas tarjetas.

¡Mira! Allí está aquel compañero que me insultaba ¿Por qué llora? Dile que no se preocupe ¡Lo he perdonado! No tiene porqué estar triste.

Mis padres parecen muy afectados. Me encantaría abrazarlos y estar con ellos. Decirles que los amo y que ahora soy feliz.

¡Allí está mi silla de ruedas! ¿Podrían dársela a alguien que la necesite? Ya no me hace falta ¡Ya puedo caminar! ¡Mamá, papá ya puedo respirar! Puedo correr, saltar y jugar.

¿Dios, cuándo podré verlos de nuevo? Bueno, supongo que todo será a su tiempo. Pero si me gustaría hablarles a todos de mi historia. Una historia de amor a pesar del dolor…Que la vida puede ser distinta si la miras desde otra perspectiva.

Daniela Verenzuela


"Ve lo que los demás no ven. Lo que todos han decido no ver, por temor, conformidad o pereza. Tienes que ver un mundo nuevo cada día, y entonces irás por el camino indicado". Patch Adams


“Esta es una historia sencilla, pero no es fácil contarla. Como en una fábula, hay dolor. Y, como una fábula, está llena de maravillas y de felicidad.” La vida es bella

domingo, 25 de octubre de 2015

Cicatrices

¡Maravilloso! Simplemente extraordinario la forma en la que esas hermosas bailarinas realizaban complejos movimientos sobre sus zapatillas. Saltos, piruetas, combinaciones de pies casi imposibles, magníficas escenas en pareja…¡Y todo al compás de un ritmo clásico! 

No parecía que sintieran dolor. Siempre tenían una hermosa sonrisa; complemento perfecto para sus hermosos vestidos. Algunos más extravagantes que otros, pero simplemente bellos.

Fue todo un espectáculo ¡Un deleite! Mis ojos se llenaban de lágrimas. No quería que acabase, pero ya era el momento de la escena final. El escenario se llenó de rosas, lágrimas de agradecimiento, reverencias por parte de los bailarines y una oleada de aplausos. Me detuve ante tal momento y pensé: ¿cómo puedo ser como ellos?

Ante las numerosas peticiones realizadas a mis padres finalmente accedieron a matricularme en una escuela de ballet. Mis piernas temblaban. Casi no podía respirar de la emoción ¡Mi primera clase! Miré a mi alrededor y contemplé gente de todas las edades.

Mi tensión aumentaba por segundos. Llegué a un espacio lleno de medallas, trofeos, diplomas, fotografías y menciones de honor. Allí, la directora de aquella escuela estaba esperándome. Al verme tocó mi hombro sin decir palabra y me llevó al aula donde se encontraban los alumnos más avanzados.

Mis ojos brillaban ¡Quería ser como ellos! Sus movimientos eran perfectos. Sin embargo, al terminar la clase la directora pidió que cada alumno se descalzara. Tal petición me extrañó, pero la directora insistió en que prestara mucha atención ante lo que estaba por venir:

Ampollas, callos, uñas rotas, dedos ensangrentados, arcos llenos de dolor…Pies lastimados e hinchados. 

La directora se acercó y me dijo: Los pies soportan todo el peso del cuerpo. Ellos se encargan de coordinar los movimientos, el equilibrio y la maniobrabilidad. Por ello, detrás de un hermoso acto hay unos pies cansados, llenos de esfuerzo y sacrificio. Detrás de cada movimiento complejo hay cien repeticiones de los movimientos y posiciones básicas que componen esta danza. Detrás de lo bello que las personas pueden ver hay lágrimas, sudor e ilusiones que alguna vez quisieron caer. Allí es donde está la verdadera belleza.

Maravillada ante tales palabras pude entender todo el esfuerzo que requería el acercarme cada vez más a la excelencia. Estas son las cicatrices que me harían recordar que la cima es la recompensa de un camino pedregoso, lleno de obstáculos, desánimo, pérdidas y dolor.

Cicatrices que nos recuerdan lo débiles que somos y cuán fuertes podemos llegar a ser; que nos ayudan a darnos cuenta quiénes estarán a nuestro lado a pesar de las circunstancias; que nos permitirán ayudar a aquellos que se encuentren en nuestra misma situación y que nos hacen valorar cada vez más las cosas. Esas cicatrices que nos permiten madurar, crecer y realizar algo bello, así como el alfarero o el carpintero.

No intentes evitarlas. Allí siempre estarán.

No intentes enterrar el dolor: se extenderá a través de la tierra, bajo tus pies; se filtrará en el agua que hayas de beber y te envenenará la sangre. Las heridas se cierran, pero siempre quedan cicatrices más o menos visibles que volverán a molestar cuando cambie el tiempo, recordándote en la piel su existencia, y con ella el golpe que las originó. Y el recuerdo del golpe afectará a decisiones futuras, creará miedos inútiles y tristezas arrastradas, y tú crecerás como una criatura apagada y cobarde.
¿Para qué intentar huir y dejar atrás la ciudad donde caíste? ¿Por la vana esperanza de que en otro lugar, en un clima más benigno, ya no te dolerán las cicatrices y beberás un agua más limpia? A tu alrededor se alzarán las mismas ruinas de tu vida, porque allá donde vayas llevarás a la ciudad contigo. No hay tierra nueva ni mar nuevo, la vida que has malogrado malograda queda en cualquier parte del mundo”.
Lucía Etxebarria

Daniela Verenzuela

Ballet dreams, deviantart.com 

jueves, 22 de octubre de 2015

Otra obra

"Largos paseos y conversaciones repletas de anécdotas, risas e ilusión acompañarían cada día de nuestra historia. Mi pensamiento se llenaría con tu sonrisa y contaría las horas para nuestro próximo encuentro.

Te convertirías en mi amigo y compañero. No tendríamos secretos. La inocencia de una mirada, el placer de un abrazo, el rubor de nuestras mejillas ante los pequeños detalles diarios...

Nuestro caminar sería una aventura; aventura que cultivaríamos cada día. 

No nos rebajaríamos a la rutina. Ese pequeño enemigo que mata lentamente, siendo la paciencia su mejor estrategia. 

Nuestra compañía sería suficiente.

Gestos, guiños, miradas…Recuerdo nuestro primer encuentro. Simplemente sentí aquel "flechazo". Recuerdo cada detalle, aunque no  dirigiéramos palabra.

Te has convertido en el motivo de mi risa e inspiración diaria. Llámame loca. Pero es lo que siento. 

Puede que nunca haya próxima vez, pero me conformo con tu sonrisa y el recuerdo de tu mirada.

Esta carta puede que te extrañe. Quizás nunca la leerás. O puede que simplemente sea obra de una enamoradiza más..."

Una brisa apacible me devolvió a la realidad. Página a página me sumergía en la maravillosa historia de mi libro preferido.

Ahí estaba yo. Sentada en mi banco habitual rodeada de hermosas áreas verdes y flores coloridas, risas de niños, pulso acelerado y respiración agitada por parte de los distintos amantes de deportes. padres e hijos, abuelos, parejas, algún grupo de amigos…Sí. El parque. Mi lugar favorito en el mundo.

Realicé una pausa en mi historia. Aproveché el momento para respirar aire puro y alzar mi mirada ante la hermosa atmósfera que me rodeaba. En ese momento, solo pude pensar: ¿algún día el amor tocará mi puerta? Puede ser. Solo hay que tener paciencia. Porque quién sabe, puede que esa persona esté cerca y no nos hayamos dado cuenta.

Daniela Verenzuela


Wallpaper: Girl reading old books  

miércoles, 21 de octubre de 2015

La caída


*ver primero el vídeo

¡Oh, hombre! Lleno de coraje y valentía, ilusión y pasión. Con ganas de descubrir y realizar con tus manos aquello que la imaginación te permitiera.


Para ti cada día era diferente. Veías cualquier tropiezo como una oportunidad para aprender y realizar algo mejor. Enseñabas a tus hijos a vivir cada momento de su vida y disfrutar fervientemente cada etapa, desde la infancia hasta la vejez. “Ama lo que haces, se agradecido en todo momento y nunca te rindas” les repetías. Como un niño anhela explorar y sumergirse en un mundo desconocido, así era tu ilusión cada mañana.


¿Acaso no recuerdas aquellos momentos en los que la alegría era tu guía? Solo necesitabas del calor de tu familia y palabras de aliento.“Sé fuerte. Pues la vida no siempre se presentará como queremos”, te decían. 


¿Rutina? Esa no era una palabra conocida. Simplemente innovabas y convertías lo insignificante en algo extraordinario. No le decías a los demás cómo ser felices, pues ya lo eran. No necesitaban de nada más, todo lo que tenían era suficiente.


¿Recuerdas cuando el amor era para siempre? A veces imposible, otras simplemente no era correspondido, pero siempre intentabas asegurar la felicidad del otro antes que la tuya. Los detalles, las locuras, la sencillez y las sorpresas avivaban el fuego de tu corazón constantemente. 


¿Recuerdas cuando jugabas con la naturaleza y solo necesitabas de tu imaginación y buena compañía?  No juzgabas a nadie por su riqueza o apariencia, pues todos merecían divertirse tanto como tú. 


¡Oh, hombre! ¿por qué te dejas seducir por la vanidad y una felicidad fundada sobre mentira? Dejadez, pasividad, pereza, egoísmo, desánimo, pesimismo...¡Eso es lo que puedo ver!


¿Acaso ese brillo en tus ojos no volverá a resplandecer? 


¿Por qué te conformas y dejas pisotear? ¿Por qué niegas un futuro esperanzador? 


¿Por qué te has apagado, oh hombre, y te consume la sociedad que te rodea? Parece que la monotonía se ha convertido en parte de tu vida ¡Por eso no puedes identificarla!


Da igual que exponga tus errores, solo tú decides cambiar.


Oh hombre, ¿por qué no te das cuenta de esto antes de que sea demasiado tarde? ¿Antes de que caigas y no puedas levantarte? 


Oh hombre, regresa…tan rápido como puedas.


Daniela Verenzuela


Dream about falling down by Bucz  (bucz.deviantart.com)

¡Bienvenidos!

"No digáis que agotado su tesoro,
De asuntos falta, enmudeció la lira:
Podrá no haber poetas; pero siempre
  Habrá poesía..."


RIMA IV, Gustavo Adolfo Bécquer

¡Bienvenidos!


"Al final todo se resume en esto: expresar aquello que palpita profundamente dentro de nuestro ser y necesita ver la luz del día".

Daniela Verenzuela

Atte: Una estudiante